El triunfo, que logremos en nuestra vida, se debe a la fe y devoción que tengamos en lo que hacemos. Y ésto sucedió con Mel Gibson. Triunfo apoteósico y rotundo.
LA PASIÓN DE CRISTO
Por esa razón el actor tomó la decisión de financiarla él mismo con su propios ahorros. Mientras se desarrollaba la película existieron críticas por todos lados con afán de derrumbarla.
El resultado fue un COMPLETO ÉXITO, con un presupuesto de tan solo 40 millones de dólares, la película se convirtió en todo un éxito, recaudando más de $610 millones de dólares por todo el mundo.
Independientemente de lo que piensen de esta obra, la calidad cinematográfica es innegable. Es toda una pintura en movimiento y las actuaciones fueron completamente ignoradas por la academia, una decisión sumamente injusta.
Texto y foto tomado de la red
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