ANÉCDOTA DE SUPLANTACIÓN

ANÉCDOTA DE SUPLANTACIÓN 
"En la vida, nos suceden algunas situaciones que nos dejan algunas lecciones. Yo viajaba a Las Palmas desde Madrid, en un avión, la azafata se me acercó y me dijo -Ahí atrás hay un señor que lo admira a usted muchísimo, que tiene una enorme admiración. Es tímido. No quiere molestarlo, no quiere que le escriba usted un autógrafo… quiere darle la mano. ¿Podría él acercarse a darle la mano?- Me preguntó dejando ver su blanca dentadura. 
Muy entusiasmado, respondí sonriendo -Por supuesto, que se acerque a darme la mano, encantadísimo- Y vino un señor relativamente joven y que estaba profundamente conmovido, profundamente conmovido. 
Y entonces, más o menos, me dijo -Mire, usted no sabe lo que significa esto para mí, usted no sabe lo que han sido sus libros en mi vida- Yo estaba… bueno, no sabía qué decirle. 
Y entonces ahí vino la cuchillada, me dice: -… porque Cien años de soledad cambió mi vida- La emoción de este señor era de tal naturaleza que yo no me atreví a decirle -Mire, yo no soy García Márquez. Lo siento muchísimo, le pido mil perdones, pero no soy el que usted cree- Y le di la mano. Ese día, sin querer suplente a García Márquez"

Mario Vargas Llosa

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