UNA MADRE
Una madre no se cansa de esperar El destino de una madre es esperar a sus hijos. Las esperas cuando estás embarazada.
Espera
en ellos cuando salgan de la escuela. Esperas a que lleguen a casa después de
una noche fuera.
Esperas
en ellos cuando comienzan sus propias vidas.
Las
esperas cuando llegan del trabajo para venir a casa y tener una buena cena.
Las
esperas con amor, con ansiedad y a veces con rabia que pasa inmediatamente al
verlos y los puedes abrazar.
Asegúrate
de que tu vieja madre no tenga que esperar más.
Visítala,
ámala, abraza a quien te amó como nadie lo hará jamás.
No
la hagas esperar, ella está esperando esto de ti.
Porque
las membranas envejecen, pero el corazón de una madre nunca envejece.
Ámala
tanto como puedas.
Porque
nadie te amará como tu madre lo hará.
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