Este es un homenaje un reconocimiento para una exalumna que se convirtió en una profesional un odontóloga, excelente hija, excelente estudiante, excelente madre, excelente profesional
Recuerdo que una vez dije en un aula, a una estudiante: pero mamacha así no se hacen las cosas
Ese mismo día. A la hora del recreo me hizo llamar a su despacho la directora. Con sus dones de dama en una breve conversación, llegó al punto: "es seguro de que nuestras alumnas están interpretando muy mal su forma de expresarse". Yo le pregunté: "Y por qué ella me dice ud eso?" Siguiendo el hilo de la conversación: "este... profesor, les ha dicho mamacha a las chicas de 5to". Le repliqué: "pero Mamacha significa MAMITA. Tenemos a la Mamacha Candelaria de Puno, la Mamacha la Virgen de las Nieves de Ayacucho, la Mamacha la Virgen Inmaculada Concepción, Huancayo, Junín".
Incómoda, dió por finalizado nuestro diálogo: "yo le ruego por favor, evite ese tipo de maltrato a las alumnas".
LA DRA SARA LLERENA.
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
Nunca es tarde para reconocer y recodar a las buenas personas que conocimos en nuestra vida. Más aún si las personas, por sus dondes de gente, nos traen buenos recuerdos.
Los años no pasan en vano. La precisión, de los hechos ocurridos, se van dispersando. Y los recuerdos, en cuanto a detalles, se vuelven cada más difusos. Como también por cierto existen diferentes métodos para recordar a las personas que hemos conocido
Aquí es donde viene en nuestro auxilio, el famoso muro del Facebook. Grácias por ubicarme en el tiempo y con las personas que trabajamos
Solo recuerdo, que fue cuando, ella estaba cursando el segundo de secundaria. Trabajamos la materia de Educación Cívica. Y siempre fui, soy y seré un convencido de que todo curso no se debe, no se tienen que repetir los conceptos. Que en el fondo eso significa que solo se memorisan las ideas. Y, al final, eso no significa nada.
Volviendo con SARA. Lo que más me llamó la atención fueron sus hermosos ojos verdes. Resaltaba con su tez. Y también, su forma de ser. Una niña tranquila que participaba de vez en cuando con cierta precisión. y recuerdo que me llamó la atención algunas preguntas. Y en efecto desde el primer día quedé impresionado.
Así es que esperé la hora del recreo para poder conversar. Y como la hora de trabajo era la cuarta hora. De ahí venía el recreo
Así es que la abordé en el patio. Recuerdo cuando le pregunté su nombre me respondió sonriendo: "Sara"
Su manera sencilla de ser. Me invitó a conversar y le dije: "sabes lo que significa tu nombre en español traducido del quechua."
Me respondió: "no." Entonces le dije: "maíz, tu nombre significa, maíz." Ella riendo me dijo: "se escucharía mejor maicito."
Le dije: "entonces tiene que decirse Saracha."
Ambos nos reímos a fuerte carcajada. En medio del patio.
El hecho de haber trabajado cerca de 25 años en el centenario colegio "Tacna" de Barranco. me ha dado la oportunidad de conocer a muchas estudiantes. Pero son tantas que en realidad no recuerdo. En qué año egresó la promoción de Sara Llerena.
Cierto día que estaba buscando un dentista de pronto alguien me dijo: "profe Sara Llerena es una buena odontóloga. Me ha atendido a mi y a mis hijos. Y todo bien."
Me indicó la dirección. Como no conocía la zona, me perdí. Insistí en digitar el número del celular de Sara. La llamé, me identifiqué y quedamos en vernos me dio la dirección exacta tenía su consultorio en su propia casa
No soy de los maestros de estar recordando una clase un tema. Y después intentar que nuestra exalumna recuerde ideas, etc. Más bien me gusta ver, comprobar, cómo ha evolucionado su forma de pensar y más que se trataba de una profesional que había estudiado en la Universidad Particular "Inca Garcilaso de la Vega". Que por malos manejos propios, fue clausurada y desapareció. Así de simple.
Lo que si no me llamó la atención fue la paciencia con que me atendió la brujita Sara.
No es un insulto, de ninguna manera, cuando escribo bruja. Porque a todas las estudiantes. Desde la primaria hasta la secundaria; se incluyen, la estudiantes yb también a las exalumnas. Entre ellas mismas se dicen, se tratan: bruja piruja. Tiene su razón de ser.
El motivo, es porque en sus inicios, allá en 1905. En La Bajada de los Baños, camino para ir a la playa, Los Pavos. Se inició como un plantel para formar fururas profesionales de la costura, pastelería, tejidos, etc. Ahí hay bastante tela para cortar.
Después con el tiempo, llegó hasta su dirección actual, García y García 140. Ahí está la hermosa Casona.
Si la mencionada Casona que es símbolo. Y por esa casona le dicen a todas que son brujas es gracioso escucharla cuando se bromea entre ellas.
Recuerdo que fue una mañana que llegué a la casa de Sara y me hizo algunas curaciones perfectas. Incluso alguna vez necesite de algún antibiótico. La Dra Llerena me hizo la prescripción y quedé bien.
Como tenía una pieza bastante detriorada. Quedamos en que me iba a realizar una endodoncia. Me sacó la radiografía. Incluso hizo el plan de trabajo.
Me sorprendió la forma didáctica en que me explicó los pasos a seguir de la endodoncia. Con la radiografía, realizó los trabajos iniciales de limpieza.
Luego la neutralización o eliminación de la raíz de la pieza dental. Hasta ahí todo bien. Todo fue maravilloso en realidad.
Entre sesión y sesión me informó de que se había casado con la hermana de una compañera del plantel.
Que por convicción ahora pertenecía a la Iglesia de Cristo Internacional Perú. Todo fue fantástico y con mucho respeto. Porque nunca trató de influir en que debía abandonar el catolicismo.
Eso sí, coincidimos en que tenía que leer la Biblia en realidad leía la Biblia de vez en cuando. Más que nada por flojera y falta de decisión no lo hago con tanta frecuencia como lo hacía antes
Era en verdad un gozo conversar con respecto a algunos pasajes de la Biblia. Y lo fascinante fue las enseñanzas que ellos sacaba lo que los aportes que nos da la santa Biblia para mejorar como persona. Fue fabuloso el sentimiento de perdón que me explicó. Por mi parte, ya había tenido alguna idea de lo que es el perdón cuando lei un artículo del argentino Facundo Cabral que perdonó a su padre. En realidad se dió una empatía entre nuestras formas de pensar que era magnífico ver y sentir que vivía practicaba la palabra de Dios
Todo iba bien.
Y cuando digo todo iba bien es que todo transcurría con cierta tranquilidad. Sara no trabajaba el mes de enero. Se iba con la familia con su esposo sus hijos a recorrer parte del Perú me parece una espléndida idea una magnífica práctica de conservar, de llevar, bien a la familia. Conversé con su esposo. Tiene algún cargo, en esta iglesia me invitó a alguna sesiones pero debido a mi sordera no pude seguir el plan que habíamos trazado por mi parte. Yo me incliné a seguir leyendo un poco más la Biblia y sobre todo entender el los mensajes que nos brinda las enseñanzas que nos aportan para ser mejores cada día
Todo iba bien, en efecto. Hasta que un día le pedí una cita y me dijo que no podía atenderme. Me quedé preocupado no me atendió un mes, dos meses, tres meses. En realidad para mí fue una tortura pero tuve que comprender. Me dijo: "todo es por motivo de salud".
Como el tiempo pasaba cierta vez por teléfono me dijo: "La verdad ante todo, profesor. Es que tengo cáncer." No precisó. En qué parte de su cuerpo había maltratado esa siniestra enfermedad.
Pero como el mal ya había avanzando. Aún tengo grabada, en mi memoria, su voz, su mensaje, me dijo con profunda convicción y devoción: "le voy a pedir a mi padre que me devuelva mi salud por mis hijos".
En la foto con su hijo. El día en que terminó su secundaria.
Sara estaba rebosante de felicidad. Y no era para menbos. Ver el logro de su hijo.
Sara estaba rebosante de felicidad. Y no era para menbos. Ver el logro de su hijo.
Y cómo vinieron problemas económicos para el hogar. Mi compañera de toda la vida. Ella, es víctima de Alzheimer desde hace 10 años. Entonces, descuidé mi salud bucal.
Y es que esa es la verdad somos tan descuidados en nuestra salud y más aún cuando se trata de nuestra dentadura.
Por cierto, aquí la foto que encontré y es un hermosos recuerdo
Sara, sonreía. La sra posaba para el recuerdo.
Sara se había asomado a la inmensidad. Ya había conocido a Dios.
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