EL BARROCO

EL BARROCO
Sandra Guerrero Vélez
El Barroco fue un período cultural, de la edad moderna que se desarrolló entre el renacimiento y la ilustración abarcó desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII. Se difundió por toda Europa y América Latina, así como por otras regiones colonizadas por los europeos.
El barroco contrastó con el Renacimiento por expresar una sensibilidad pesimista, desengañada, crítica y compleja. Esto se debe a que literatura y el arte barrocos representan una época inquietante desde el punto de vista psicológico, cultural y social, además de político y económico.
El término barroco se usó por primera vez a mediados del siglo XVIII en pleno contexto de la Ilustración o Iluminismo. Originalmente, el significado de barroco fue tomado de portugués antiguo, pues "barroco" designaba un tipo de perla de forma irregular.
En la época de la Ilustración, los iluministas Diderot y Rousseau usaron esta palabra para describir de manera peyorativa el arte de ese período, al que consideraban estrambótico y confuso. Sin embargo, la historiografía posterior ha reivindicado el valor estético de este periodo.
Si algo caracterizó al barroco fue el principio del horror vacui, expresión latina que quiere decir 'horror al vacío'. El arte barroco, en todas sus manifestaciones, gusta de los acabados abigarrados y recargados, con lo que pretende llenar todo el espacio.
El sentido de movimiento, dinamismo y tensión es fundamental en el barroco. No se busca el reposo, sino que, por el contrario, se establecen tensiones entre las formas, los sonidos, las palabras o los conceptos.
El barroco se aleja de las prescripciones filosóficas del renacimiento que llamaban a la mesura y al equilibrio. Opta más bien por la representación de las pasiones y los temperamentos interiores, tanto lo que respecta a cada personaje como al conjunto de la obra.
Búsqueda del contraste
En las diferentes disciplinas artísticas, el barroco revela un gusto por el contraste, que en las artes plásticas se expresa por medio del claroscuro. Aplica no solo a la pintura, sino a la arquitectura, la escultura, la música e, incluso, la literatura.
Sustitución de lo absoluto por lo relativo
Lo absoluto cede su lugar a la relatividad, en consonancia con una época que carecía de seguridades filosóficas, teológicas y culturales. Domina el orden de la percepción, del efecto, de la búsqueda de sensaciones y contradicciones por encima de los principios cerrados.
El barroco promovió, en consecuencia, el efecto de inconexión o de obra abierta o incompleta, a diferencia del renacimiento.
Búsqueda del estremecimiento metafísico
Frente a la voluntad racional del renacimiento
Pesimismo y desengaño
A diferencia del Renacimiento, en el barroco domina un pensamiento pesimista y/o desengañado, como respuesta a la crisis histórica que estaban viviendo.
Temas del arte barroco
Se siguieron cultivando los temas de historia, religión y mitología, aunque prefirieron las escenas de mayor dramatismo y conmoción.
En cuanto a la religión, la Iglesia católica fijó la iconografía para prevenir la herejía. Se prefirieron temas como la Inmaculada Concepción, la Eucaristía, los santos y la Iglesia triunfante, asuntos muy sensibles en la disputa con el protestantismo.
También fueron frecuentes la alusión a la fugacidad del tiempo y el desencanto del mundo, así como las costumbres y vida cotidiana, incluida la realidad social.
En cuanto a los géneros, la literatura del barroco dio continuidad a aquellos heredados por el Renacimiento. Sin embargo, hubo un desarrollo novedoso de la dramaturgia, particularmente en las formas de la comedia y la tragicomedia. Estas desafiaban la estructura clásica de las tres unidades dramáticas.
El barroco acogió una gran pluralidad de corrientes literarias. En el caso particular de la literatura española, dos fueron las corrientes más importantes: el culteranismo y el conceptismo.
El culteranismo o gongorismo valoró la forma sobre el contenido. En consecuencia, fue más rico en figuras retóricas y referencias literarias cultas. Su principal representante fue Luis de Góngora.
El conceptismo valoró el contenido tanto como la forma. Se basa en la exposición de ideas o conceptos mediante el ingenio verbal. Uno de sus principales exponentes fue Francisco de Quevedo.
Los tópicos de la literatura barroca giraron en torno a la preocupación por la fugacidad de la vida, la apariencia y el desencanto. A saber.
Homo homini lupus: denuncia que el hombre es un lobo para el hombre.
Autores y obras de la literatura barroca



Luis de Góngora, España, 1561-1627. Obras más representativas: Fábula de Polifemo y Galatea; Soledades.







Lope de Vega, España, 1562-1635. Obras más representativas: Fuenteovejuna; El perro del hortelano.







Francisco de Quevedo, España, 1580-1645. Obras más representativas: Sueños y discursos; El Parnaso español; Historia de la vida del Buscón.







Tirso de Molina, España, 1579-1648. Obras más representativas: El burlador de Sevilla; El condenado por desconfiado; El vergonzoso en palacio.





Miguel de Cervantes Saavedra 1547- 1616
es considerado un escritor barroco. Sin embargo, su obra esta influenciada y se caracteriza por seguir el ideal humanista del renacimiento Don Quijote de la mancha es considerada la primera novela moderna de la literatura Universal.





Pedro Calderón de la Barca, España, 1600-1681. Obras más representativas: La vida es sueño; El gran teatro del mundo; El príncipe constante.







Sor Juana Inés de la Cruz, Nueva España, 1648-1695. Obras más representativas: Divino narciso; Redondillas; Primero sueño; Los empeños de una casa.






john Milton, Inglaterra, 1608-1674. Obras más representativas: El paraíso perdido; Veintitrés sonetos; Comus; Arcades.
Giovan Battista Marino, Italia, 1569-1625. Obras más representativas: Le Rime; La lira; 'L'Adone'.





Jean-Baptiste Poquelin o Molière, Francia, 1622-1673. Obras más representativas: Tartufo; El enfermo imaginario; El médico a palos








Jean Racine, Francia, 1639-1699. Obras más representativas: Fedra; Andrómaca; Ifigenia.






Pintura
Diego Velázquez: Vieja friendo huevos, 1618, óleo sobre lienzo, 100,5 cm × 119,5 cm, Galería nacional de Escocia, Edimburgo.
Al igual que el resto de las expresiones artísticas del barroco, las artes plásticas se caracterizan esencialmente por el dinamismo y la tensión en la composición.
Esto se reflejó en características específicas como el uso de múltiples puntos de fuga; planos abiertos; composiciones asimétricas; ornamentación excesiva; riqueza en los detalles y gusto franco por el color.
Nuevos géneros pictóricos aparecieron también en el barroco, tales como los retratos colectivos, los bodegones, el vanitas, la pintura de género y el paisaje.
Los retratos corporativos o colectivos retrataban a varias personas en un solo lienzo. Con frecuencia, hacían alusión a personas reunidas en torno a oficios, gremios o profesiones.
Los bodegones o naturalezas muertas representaban alimentos animales y vegetales, flores y objetos utilitarios. En los países prósperos, expresaban la abundancia. En los países en crisis, como España, expresaban la carestía.
El género vanitas es una variación de los bodegones, que llama la atención sobre la vanidad y la fugacidad del tiempo. Por eso incluye calaveras, pompas de jabón, alimentos en descomposición, velas consumiéndose, etc.
La pintura de género se refiere a las escenas cotidianas de color local. Aunque ya existía antes del barroco, alcanza un importante reavivamiento durante este período.
Por último, el paisaje o país como género autónomo se desarrolla en la transición del renacimiento al barroco, aunque siempre ha existido como acompañante de retratos o escenas.
Artistas plásticos, arquitectos y obras del arte barroco




Caravaggio, Italia, 1573-1610. Pintor de estilo tenebrista. Obras representativas: Baco joven; Vocación de san Mateo; Conversión de san Pablo y la Crucifixión de san Pedro.









Annibale Carracci, Italia, 1560-1609. Uno de los creadores del clasicismo pictórico y precursor del neoclasicismo. Obras representativas: La carnicería, La Asunción (1587); Venus, Adonis y Cupido; El sacrificio de Isaac.




Gian Lorenzo Bernini, Italia, 1598-1680. Escultor, arquitecto, pintor, dibujante y escenógrafo. Obras representativas: Apolo y Dafne; El rapto de Proserpina; Éxtasis de Santa Teresa; cátedra de San Pedro, Plaza de San Pedro, Vaticano, Roma.








Francisco de Zurbarán, España, 1598-1664. Pintor de corriente tenebrista con sencillez compositiva y gran realismo. Obras representativas: Adoración de los pastores; San Francisco en meditación; Desposorios místicos de Santa Catalina de Alejandría.



Diego de Silva Velázquez, España, 1599-1660.
Pintor de naturalismo tenebrista. Obras representativas: Aguador de Sevilla; Adoración de los Magos; La rendición de Breda; Cristo Crucificado, Las Meninas o La familia de Felipe IV.

Bartolomé Esteban Murillo, España, 1617-1682. Pintor orientado a temas religiosos con un tratamiento humano y sencillo. Obras representativas: La Sagrada Familia del pajarito; La Virgen y el Niño con santa Rosalía de Palermo; numerosas versiones de la Inmaculada Concepción.


Petrus Paulus Rubens, Países Bajos, 1577-1640. Pintor que destaca por el tratamiento de la tensión entre lo intelectual y lo emotivo y el dinamismo formal. Obras representativas: Tríptico de la elevación de la cruz; El juicio de Paris; La adoración de los Magos; El rapto de Proserpina; Las tres gracias y El jardín del amor.

César H Navarro Vanitas (1651) Joris van Son La vanitas es un género artístico que resalta la vacuidad de la vida y la relevancia de la muerte como fin de los placeres mundanos.

Se considera un subgénero del bodegón o naturaleza muerta, por lo general de alto valor simbólico y alegórico. Es un término latino (vanĭtas) que significa vanidad (de vanus, «vacío») wikipedia.org


Rembrandt Harmenszoon van Rijn, Países Bajos, 1606-1669. Temas de gran dramatismo, dinamismo y realismo en los retratos corporativos. Obras representativas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp; Filósofo en meditación o Estudioso en meditación; El retorno del hijo pródigo.




Anthony van Dyck, Países Bajos,
1599-1641. Estilo exuberante y dinámico que se transformó en elegante y solemne. Obras representativas: El Prendimiento; Carlos I como cazador y Retrato ecuestre de Carlos I.









Nicolás Poussin, Francia, 1594 -1665. Representante de la tendencia clasicista francesa del siglo XVII. Obras representativas: La peste de Azoth; Adoración del becerro de oro; Los pastores de la Arcadia.



Las imágenes fueron recogidas del internet

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