HUNTER EN MI VIDA

Ningún animal es descartable. Es preferible darlo en adopción.

Una historia muy peculiar. Donde una viuda solitaria.

Nadie está solo, en el mundo, si existe un perro o un gato sin hogar.

Sea, por humanidad, por compasión, por solidaridad, por empatía. Un perro también merece una nueva oportunidad. Así como la necesitamos los humanos.

HUNTER EN MI VIDA

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TENGO 74 Y ADOPTÉ UN PASTOR ALEMÁN CUYOS DUEÑOS QUERÍAN APLICAR LA EUTANASIA 

Cuando mi hijo me llamó por Hunter, mi corazón se rompió. Una pareja joven había traído a este hermoso pastor alemán de 3 años al refugio, pidiendo que le hicieran la eutanasia porque se mudaban y no podían manejar a un perro grande nunca más. -Un perro que habían criado desde que era un cachorro- simplemente lo arrojaron a un lado como si no importara.

El refugio se negó, por supuesto, y se lo quedó, pero cuando escuché la historia, no pude dejar de pensar en él. Le dije a mi hijo que quería adoptar a Hunter, pero dudó. -Mamá, es un perro grande ¿y si es demasiado para ti?- dijo. Respondí -Pero he tenido perros grandes antes, y sé cómo manejarlos.-

Además, cuando conocí a Hunter, vi de inmediato que es un alma gentil y obediente.

Lo traje a casa ese día. Ahora, Hunter me sigue a todas partes, se acurruca por mis pies, y me cuida como si supiera que lo salvé. Es difícil imaginar que alguien lo vea como una carga. Él es mi familia ahora, y nunca lo dejaré ir.