¿QUÉ HAGO ACÁ?

Las narraciones terroríficas son lecturas que siempre me han apasionado, me han gustado. Desde muy niña. Me gustaba que una niña que vivía con nosotros me contara historia de terror.
Nunca sentí miedo. Lo que me provocaban esas narraciones era curiosidad.
Hoy me encuentro buscando autores nuevos para promocionarlos, por su trabajos. Algunos no son perfectos. Pero ha que entender que. Por ahora. Vale la intención. Pero más adelante habrá que hacer una selección donde comprenderán redacción, ortografía, figuras literarios, etc. Ahí se definirá nuestro camino.
¿QUÉ HAGO ACÁ?
Gabriel Avila
Rubén despertó sobresaltado,de pronto se dió cuenta en qué lugar estaba: El Cementerio.
No podía creerlo,se preguntaba ¿Qué hago acá? empezó a recorrer todo el cementerio, miraba las tumbas, lo primero que hizo fue buscar la puerta para salir de allí.
Al encontrar la puerta, se dispuso a salir; pero no pudo, no podía atravesar la puerta, Rubén no se explicaba el motivo, fue a buscar otra puerta pero igual, no podía
salir, Rubén ya empezó a desesperarse, sin saber que hacía en el cementerio y sin poder salir,era mucho para él.
Entonces buscó a los cuidadores del cementerio, encontró a uno le habló: —señor una pregunta, ¿Qué pasa con la puerta?— Pero el hombre no le contestó, no le podía escuchar.
Rubén estaba ya desesperado realmente, encontró gente, ya era el horario de visita, fue a hablarles, pero tampoco podían escucharle. Así llegó la tarde, Rubén se pregunta extrañado, no se desde cuándo no como alimentos, pero no tengo hambre, solo sed, que raro.
Por más que hacía memoria no se acordaba que había hecho antes de dormir esa noche. Así pasaron 8 días, Rubén no había podido salir del cementerio ni hablar con nadie.
Esa tarde Rubén vio entrando por el cementerio una caravana de personas, de pronto distinguió a varias de ellas: estaban sus familiares cercanos, sus padres, hermanos y vió a su enamorada, también vió a sus padres de familia y varios de sus alumnos; entonces Rubén se acordó, él era profesor.
Siguió a la caravana y llegaron hasta una tumba, se acercó a leer el nombre escrito en la lápida y quedó petrificado, decía: Rubén García Sánchez, era su ...nombre.
Escuchó entonces a su hermano mayor, quien empezó a decir estas palabras antes de rezar: —Hoy venimos a realizar una oración por el alma de Rubén, que cumple 8 días de fallecido, él era así valiente y siempre veía por sus alumnos, murió dando su vida para protegerlos, en aquel asalto al colegio, por enfrentarse a los delincuentes. Murió como un héroe, recemos por él.—
Rubén o mejor dicho su alma al fin pudo recordar lo sucedido ese día,de sus ojos brotó algunas lágrimas, por esa razón no podía salir del cementerio, era una alma más, con la oración se quedó más tranquilo, vió a todos partir y él se quedó observando su tumba, con resignación esta vez, ya no podía volver al mundo terrenal, pero sentía satisfacción por haber protegido a sus alumnos.

Comentarios