FORMACIÓN ESPARTANA DE UNA MADRE

FORMACIÓN ESPARTANA DE UNA MADRE 
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA 
Las madres, antes, enseñaban con el ejemplo. Cierta vez mi amigo Jorge me contó que un día iba con su mamá al mercado. 
La mamá iba distraída mirando los precios de los productos y que cada vez estaba más caros.
De pronto mi amigo se agachó y recogió algo del suelo. Trató de disimular, pero se había puesto nervioso.
Realizaron las compras. De retorno a la casa. Se toparon con una vecina. Que llevaba de la mano a su hija Crisálida. 
La mamá de Jorge dijo -el precio de los productos está de correr, todo está muy caro cada día-
Su amiga y vecina Claudia, respondió -ni me digas, si estoy a las justas-
Y ambos siguieron sus respectivos caminos.
Llegando a casa, Jorge, un poco turbado, le comunicó a su mamá lo que había recogido, en el mercado.
La mamá, recibió el monedero. Al abrirla encontró que había billetes que sumaban
más o menos 2,000 soles.
El hijo sonrió y ella puso cara de pena. Y dijo 
-vamos revisarla bien-
Empezamos y encontramos una boleta de pago y otros papeles.
Entre otros papeles figuraba un recibo de luz. Ahí había: un nombre y una dirección.
Entonces la mamá y su hijo fueron a buscar a la persona. 
Al llegar, a la casa que indicaba el recibo, la mamá de Jorge tocó a la puerta. Y les abrió una señora de avanzada edad. Tenía sus ojos enrojecidos. Se le veía que había llorado mucho 
Mi mamá la saludó y le dijo -ud tiene una profunda pena-
-¡Ay señora! Si ud supiera me acaban de robar mi monedero. Me golpearon la mano. Se cayó mi monedero. Yo gritaba -auxilio, me acaban de robar mi monedero y la gente caminaba como si nada hubiera sucedido y ahí traía todo el dinero de mi pensión que acababa de cobrar-.
Entonces mi mamá abriendo su bolso, extrajo el monedero y preguntó ¿es éste?
El rostro de la señora cambió de semblante en cuanto la vio, calmada, sonrió, tomó el monedero, abrazo a mi mamá y me abrazó también a mi. Y con la voz entrecortada y lágrimas en sus ojos me dijo: "gracias, gracias señora, Dios le bendiga siempre-.
Enseguida,la señora, abrió la cartera y extrajo un billete de 200 soles, de Santa Rosa de Lima, y le dijo a mi mamá: "toma hija, esto es para ti"
Me quedé sorprendido cuando mi mamá se negó a recibir. Pero ella siempre me había dicho  todas  las cosas tienen dueño. Y sería un robo sabiendo de que el monedero pertenecía a alguien. Nosotros nos lo quedaremos.
Y mi madre me estaba educando con el ejemplo y era lo mejor que hacía.
Esa era la lección espartana, que me estaba dando mi mamá. Así, nos formaban antes.
La fotografía, fue recogida del internet.

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