UN PINTOR OBSESIONADO?

UN PINTOR OBSESIONADO?
Mona Lisa y por qué Leonardo la llevó con él hasta su muerte.

Leonardo pasó aproximadamente 16 años (aproximadamente de 1503 a 1519) trabajando y reelaborando la Mona Lisa, refinándola continuamente hasta su muerte. Lo llevó consigo de Florencia a Milán y, finalmente, a Francia, donde murió con el cuadro todavía en su poder.

En 1503, Leonardo recibió el encargo de pintar a la esposa de un comerciante. Un trabajo bastante estándar, ¿verdad? EQUIVOCADO. Lo que empezó como un simple retrato se convirtió en una obsesión que duró 16 años.

Pasaba horas perfeccionando su misteriosa sonrisa, aplicando capas de pintura tan finas que se podía ver a través de ellas, y luego empezaba todo de nuevo porque... simplemente no era lo suficientemente perfecto.

Mientras otros artistas terminaban sus retratos en meses, Leonardo no podía dejarlo ir.

Desarrolló una nueva técnica solo para ella: el sfumato, aplicando pintura en capas tan finas que parecían un susurro, creando esa misteriosa neblina que la hace parecer viva. Esto ya no era sólo una pintura; era la obsesión de su vida.

¡Nunca se lo dio al comerciante que lo pagó! Mientras Francesco del Giocondo esperaba el retrato de su esposa, Leonardo empacaba a su amada Mona Lisa y la llevaba primero a Milán y luego a través de los Alpes hasta Francia. Ni siquiera el rey Francisco I pudo convencerlo de terminarla: Leonardo la mantuvo junto a su cama hasta su último aliento en 1519...


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