Para elevar el volumen de la voz. Una persona tiene que tener personalidad. Pero más que todo agallas. Tiene que ser consecuente con la línea que plantea y sigue.
Porque de todas maneras cuando una persona plantea su verdad está exponiendo su pellejo, su prestigio. Ese prestigio que muchas veces se logra en base a un tremendo esfuerzo, garra, constancia y pundonor, y en una larga trayectoria.
En el Perú, muchas veces, decir la verdad es muy peligroso. Por eso muy pocos de nuestros intelectuales se atreven a decir la verdad y poner los puntos sobre las íes.
Un ejemplo, es nuestro Premio Nobel, cuando fue candidato presidencial. Dijo la verdad: "para salir del lugar donde nos encontramos tiene que aplicarse el shock económico". Y tenía un plan de trabajo. El otro nefasto, candidato, dijo "no al shock". Y no tenía plan de trabajo, cogió el plan del Fredemo y lo hizo suyo. Y en cuanto, ganó las elecciones y subió el poder envío a su Ministro de Economía para que diga: "Que Dios nos ayude..." Patética realidad peruana.
Salud maestro Nicolás Hidrogo Navarro. Con personas como UD, vale la pena compartir su posición literaria.
DESTAPE SECRETO EN LOS PLANES DE LECTURA EN EL PERÚ.
Nicolás Hidrogo Navarro-Perú
Hacedor y crítico literario neocreacionista
En la incorporación de obras y autores en los planes lectores en la región Lambayeque y en el Perú en general, hay dos grandes factores invisibles que casi nadie ve: el económico (hay un gran negociado entre el autor de obras - aunque no cumplan los criterios de pertinencia pedagógica-calidad-identidad- y los profesores que negocian y cobran cupos o reciben su tajada de los autores -sin firma de ningún documento, obvio- entre el 20-30% del valor de cada obra colocada entre estudiantes. Y, en segundo plano más subterráneo, la incorporación de ideologías políticas violentistas de izquierda y wokes en los tópicos y contenidos de las obras. En novelas, cuentos, poemas, puestas en escenas de obra de teatro, folletitos, etc., cual caballos de Troya, penetra la ideología y los propósitos secretos de los autores -con todas sus paranoias y disquisiciones personales-, de estas “obras literarias. En el sistema educativo sí es pertinente la coherencia entre la calidad estética de la obra literaria y la calidad moral de la persona que escribe esa obra. Nadie comería un plato de comida, si sabes que el cocinero que es el que prepara esto, está tuberculoso y tose y tose frente a la olla de comida y lo hace en condiciones antihigiénicas. Un escritor con problemas de sexopatía, pedofilia, drogas, alcoholismo, misoginia misantropía, nihilista, anarquista, contracultural, subversivo o es LGTBQ+, no puede separar su vida persona-social de su obra.
Comentarios
Publicar un comentario