Siempre pondré una especie de muletilla. SA te llevo, siempre, en el alma.
PALABRAS INMORTALES
"QUÉ ME IMPORTA LO QUE DIEGO HIZO CON SU VIDA, ME IMPORTA LO QUE HIZO CON LA MÍA".
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
Es fantástico leer a los periodistas, deportivos, argentinos. Saber que lo que más les importa, más les interesa. Es saber que su selección de fútbol gane. Y lo fabuloso es la respuesta que dan los jugadores: ganan. Después que los descubren en alguna juerga. Esos jugadores, dan su vida en la contienda. Juegan el mejor partido de su vida. Porque para el futbolista argentino prevalece, en ese momento, el fútbol y nada más.
“Qué me importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mía”. No hay duda, de que el Diego, para ellos, era y será D1os.
Y es que a nuestras vidas, nosotros les damos el giro que nos da la gana. Porque es nuestra vida y de nadie más. Ellos idolatraron, idolatran al Diego. Ese es su problema. Lo importante es que amaron, en vida, a quien dio su vida por el deporte de las grandes mayorías: el fútbol. Y tuvo el orgullo de llevar la Copa Mundial de Fútbol a la tierra de Don José de San Martín. Ese es un hermoso gesto de entrega. Y el que diga que no que se vaya al cielo y converse con Dios. No es una irreverencia. Es solamente el sentir y la pasión por el fútbol.
Esas palabras se le atribuyen al fallecido escritor, humorista e historietista rosarino, argentino, que nunca ocultó la fascinación que sentía por Diego Maradona, pese a haber jugado en Newell's. (Sic)
La pasión por el fútbol de Fontanarrosa era inmensa, incontenible, le gustaba jugarlo, ir a la cancha, mirarlo por televisión y también hablar, pensar, escribir, sobre el deporte que abrazó de chiquito y no abandonó nunca jamás. Era hincha de Central, como él mismo admitió con todo lo bueno y lo malo que eso tiene, pero eso no empañó ni un poquito la alegría que sintió al saber que Maradona iba jugar en Rosario, aunque fuera con la camiseta de Newell’s, su eterno rival. (Sic)
Y es que a la mayoría de argentinos que he conocido. Toman al fútbol, con una pasión. Como una parte de su vida.
Fontanarrosa disfrutó como todos y cada uno de los argentinos la magia de Diego. Sus amigos, aquel puñado de “lo peor de cada casa” que se reunía cada tardecita en El Cairo y el Negro inmortalizó en “La mesa de los galanes”, lo saben bien. Cuantas veces lo han escuchado elogiar las filigranas de Maradona con la camiseta argentina, la maravilla del gol a los ingleses y tantas más que acaso a otros, los que se suben al bondi de la redonda para los Mundiales o las finales de la Libertadoras, pero a él no, porque Fontanarrosa era futbolero en serio, que aprendió a vibrar los partidos escuchándolos por la radio y que se emocionaba en la tribuna del Gigante, aunque nada se diera cuenta. (Sic)
Lo dijo él mismo, sin una pizca de duda: "Si hubiera que ponerle música de fondo a mi vida, sería la transmisión de los partidos de fútbol". (Sic)
No sé ofende a nadie, con "los argentinos crearon una religión y hasta endiosaron al Diego". Total existe la libertad de culto, en el mundo, por cierto, verdad?
Cada vez que aparece, Lionel, vemos al hincha argentino. Eludiendo a toda la protección, como si fuera la última gambeta de su vida. Llega hasta donde está Messi. Se arrodillan. Y le dan alabanzas. Messi, siente el peso de tremenda responsabilidad.
Será que interpreto mal las cosas. Pero, de manera personal. Yo encuentro filosofía en “Qué me importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mía”. Una filosofía futbolera, futbolística. Pero es un razonamiento. Ese pensamiento encierra tanta pasión, como una manera de pensar.
Esta crónica, es una respuesta a una amiga, que me dijo: "Percy tu poema está bien. Pero yo no le encuentro nada de filosofía". Yo creo que ella está pensando que solo existe una filosofía académica. Es posible. Pero se equivoca Como también aquellos que declaran abiertamente: en el fútbol, no hay lógica.
El Dr Diógenes Rosales, nos demostró que en el futbol, hay lógica. Eso lo aprendí cuando estudié en la UNMSM, la segunda especialización PROBLEMAS DE APRENDIZAJE. Ahí entendí, que la vida no hay que vivirla y nada más. Siempre estamos aprendiendo, hasta el día en que la muerte nos alcance. Todos somos existencialistas, de una u otra manera. Porque el ignorar que, el día de ayer no aprendió nada.
También, es existencialista. Aprendió que el día de ayer no aprendió nada. Parece un trabalenguas, verdad. Pero, así es la vida. Ni vuelta qué darle.
Todo lo que tiene (Sic) fue tomado irreverentemente de IUSPORT
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