Esta columna, es un homenaje al grande entre grandes: Alberto Ku King Maturana. Sabía de lo que hacía. Lo seguía en TV. Muy osado empecé a escribir LA ESQUINA DE PERCY ANTONIO. El periodismo, es mi alma. Cierto día me quedé sorprendido, anonadado. El SR Alberto Ku King escribió y me llamó la atención: esas palabras quedaron grabadas en mi cerebro. "Sucede algo, ten en cuenta que tú eres mi referencia". Era una reflexión que me hacía un GRAN PERSONAJE. A quien siempre miré desde lejos. Porque, siempre lo admiré.
Yo no sabía que habían dos personajes que leían lo que escribía. Eso merece una crónica aparte. Es una deuda que tengo con el Gran Alberto Ku King. Pronto la cumpliré.
A partir de hoy nace ALERTA, que es sinónimo de ATENTO.
Cuando el río suena, es porque piedras trae.
LA “DOCTORA FANTASMA” QUE BLINDA A DINA CON UN CARTÓN MOJADO
ALERTA!
Esta es María Acuña Peralta. Abogada,
doctora, congresista y presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Es decir, la señora que puede mandar a juicio a Dina Boluarte… o meter la denuncia bajo la alfombra.
doctora, congresista y presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Es decir, la señora que puede mandar a juicio a Dina Boluarte… o meter la denuncia bajo la alfombra.
¿Y cuál es su mérito? Tener de hermano a César Acuña, el magnate de las universidades privadas que convirtió el cartón en negocio y la mediocridad en política.
María se graduó en Derecho en la Universidad Señor de Sipán, de propiedad de su hermanito. Luego, se hizo “doctora” en la Universidad César Vallejo, también del mismo patrón. Hasta ahí, la familia feliz. Pero vino la pregunta incómoda: “¿Dónde están sus tesis?”. Y ahí empezó el circo.
La Universidad César Vallejo respondió que las tesis “se perdieron por el Niño Costero del 2017”. No es broma. El fenómeno climático desapareció no una, sino dos tesis. ¿Qué casualidad, no?
Punto Final pidió las copias. Nada. El Tribunal de Transparencia ordenó entregarlas. Tampoco. Latina le preguntó a la señora Acuña si al menos recordaba el título. Cero. Ni el título. Ni una línea. Ni una fotocopia vieja.
Conclusión: tenemos a una “doctora” que nunca escribió su tesis, pero cobra como si hubiera escrito cinco. Y lo más indignante: ella es la que decide si Dina es juzgada o no. La impunidad blindando a la impunidad.
¿Saben cómo se llama eso? Corrupción con título trucho. Poder con apellido. Y mediocridad con sueldo dorado.
Mientras tú haces malabares para pagar tus estudios o te endeudas por años por un título, esta señora llegó al Congreso montada en el apellido Acuña. Y ahí está. Sin tesis. Sin mérito. Pero con poder. Mucho poder.
Fuente :Chiclayo denuncia
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