El placer de la lectura.
LLEGAREMOS JUNTOS.
Este hombre, como muchos en la Europa de entreguerras, no espera que las cosas sean fáciles. Sabe que a veces el trabajo no entiende de lógica ni de orgullo. Quizá el caballo esté enfermo, cansado o simplemente viejo. Y él lo entiende. Por eso, sin dudar, toma el arnés y asume el peso.
No es una imagen de derrota. Es una postal de humanidad. En tiempos de escasez, la fuerza no siempre viene de los músculos, sino del deber asumido con dignidad. Él avanza, con el cigarro entre los labios, como diciendo: “No importa quién tira… mientras lleguemos juntos”.
Tomado de Datos Históricos
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