LÓPEZ ALIAGA, NO ES ESTADISTA

La presente nota no tiene nada en contra de nadie. Es un punto de vista neutral.
El presidente de un país, debe ser un estadista. Y un estadista, no se improvisa. 
El equipo de trabajo de un futuro presidente; tampoco se improvisa.
Cuando se trata de una tarea a nivel de gobierno. Todo debe estar planificado, organizado, ordenado. Si no es así se está improvisando la anarquía. Y la anarquía desemboca en el caos.
LÓPEZ ALIAGA, NO ES ESTADISTA 

La actual obra del tren Lima-Chosica. Requiere una inversión millonaria para entrar en funcionamiento.
La donación cuenta con 43 coches y 11 locomotoras a la estación Desamparados para su presentación oficial.
De qué sirve contar con locomotoras, vagones y repuestos. Si el Perú no cuenta con una infraestructura adecuada.
Ahora, hay que averiguar si el donatario del famoso tren es el responsable de los gastos de una donación realizada. 
La claridad en estos aspectos nos evitará posibles futuros endeudamientos posteriores. Se tiene que verificar los acuerdos específicos y las leyes aplicables para evitar malentendidos y asegurar una correcta gestión de la donación. 
Un candidato a la presidencia, por más voluntad que tenga. Puede realizar pedidos, reclamos, donaciones. Pero nunca tomar decisiones que involucren entidades gubernamentales y menos al erario nacional.
El MTC, la ATU y la concesionaria deberán definir si ejecutan las obras necesarias para operar el servicio. Eso significa que la municipalidad de Lima metropolitana, no tiene la capacidad económica para hacer funcionar el mencionado tren 
En todo caso, quienes sí tienen la capacidad, la decisión y la facultad. Es el gobierno central.
Al puerto del Callao llegarán desde California. Más de un centenar de unidades ferroviarias, entre locomotoras, coches, vagones y contenedores de repuestos. Hasta ahí todo perfecto.
Pero lo que sucede es que los trenes no podrán realizar el tramo Lima-Chosica. Por la sencilla razón de que no cuenta con una estructura real y acorde.
Es decir por ahora tren puede funcionar en un solo sentido. Aunque el sistema ferroviario completo no existe y es una obra a gran escala.
De otro lado, la donación norteamericana, no cubre las condiciones técnicas indispensables para su implementación. Ahí, está la dependencia y el costo real de la empresa donante 
Del mismo modo. Nuestro ferrocarril tiene una sola vía. De ida y vuelta. Que estaba bien para fines del siglo XIX e inicios del siglo XX. Tienen que construirse rieles nuevos, sistemas de control y pasos a desnivel.
Hay que implementar sistemas de control o pasos elevados, el convoy tendría que detenerse en cada cruce, lo cual entorpece el transporte masivo. También se necesitan semáforos ferroviarios, barreras automáticas o incluso puentes elevados para evitar el contacto con el tráfico local.
Para poner operativa la obra completa se tendría que requerir alrededor de mil millones de dólares para que el sistema funcione de manera eficiente y segura.
Porque como quiera que esa vía ha estado en completo abandono. Porque todo era zona de campo de cultivo. Hay que habilitarla: limpieza, actualización. Existen tramos por donde circulan vehículos, peatones y los famosos e intrépidos mototaxis. 
Se estaciones operativas, vías exclusivas para trenes, señalización inteligente y cruces a desnivel. Esta situación es igual que la Línea 1 del Metro de Lima, cuyo funcionamiento fue posible solo después de construir más de 30 estaciones, viaductos y puentes especiales. Por ejemplo la ruta Callao hasta Ricardo Palma.
tren Lima–Ica
Mientras se debate la viabilidad del tren urbano entre Lima y Chosica. Existen otros proyectos ferroviarios de largo alcance se encuentra en evaluación. Se trata del tren que unirá Lima con Ica. Aquí intervendria ProInversión y tendría un costo de 6.500 millones de dólares. Actualmente, se encuentra en etapa de definición, a la espera de que en agosto se determine con qué país se ejecutará la obra.
De concretarse la obra, podría convertirse en el primer tren interregional moderno del país, con tramos de alta velocidad que conecten la capital con el sur chico en menos de dos horas.
Las dificultades no desmerecen los problemas que se presentan porque la ejecución de la obra sería un avance para el país.
Claro que el donante, no va a correr con los gastos del envío. Surge la pregunta: El alcalde pidió la donación. Habrá tenido en cuenta ese pequeño detalle?

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